Pekín (Beijing) – China

Del 19 al 23 de Diciembre de 2016.

Es de noche y desde el avión se puede ver la dura contaminación que sufre esta ciudad. Claro, desde arriba se puede ver lindo como sobresalen del denso smog la parte alta de unos edificios, pero la realidad que se vive abajo es cruda en estos meses del año. La nube de humo llega hasta dentro del aeropuerto con un olor fuertísimo a madera quemada. De verdad nunca nos imaginamos que la contaminación podía llegar a tanto.

Ya veníamos informados de lo diferente que iba a ser para nosotros que veníamos de Japón llegar a China pero más que nada, el cambio brusco era Pekín, nuestra primera parada.

Pekín la capital de la República Popular China y una de las ciudades más pobladas del mundo. Es una ciudad vibrante y caótica en constante evolución que se desarrolla a pasos de gigante mientras lucha por mantener su carácter tradicional.

Es de contrastes en la que podemos ver modernos rascacielos y pequeñas casas tradicionales ubicadas en los antiguos hutongs de la ciudad. Tienen por costumbre escupir, gritar, empujar y colarse. En cualquier caso, estos detalles también definen el turismo en Pekín.

Cada detalle cotidiano resulta curioso para nosotros.

Tiene un pasado marcado por emperadores de descendencia divina y lujosos palacios.

El cambio cultural se nota y harto. Sin hacer juicio de nada y nadie, es la forma de ser que cada país o ciudad tiene y nos puede gustar o no. La forma como se relacionan, viven, el clima duro, la densa población,  como se expresan y hablan no es lo común o conocido a lo que veníamos viendo de otros países.

Así y todo decidimos pasar unos días de aventura. Esa es la mejor actitud si no quieres ver todo negro.

Primer dato, en China están bloqueadas o no funcionan varias web o App de uso básico para nosotros que venimos de fuera como Google Maps, Facebook, Instagram, Gmail, entre otras. Internet anda pero muy lento. Nosotros compramos desde Japón un chip para el celular para tener acceso mas que nada a traductores y mapas. El chip se compra por la web y te lo despachan al hotel. Te mandan por mail una serie de instrucciones para su uso, por ejemplo te debes crear una cuenta de correo que puedas ver en China y reenviarte el correo en caso que sea un Gmail. Junto con eso debes bajar o conectarte a una VPN para acceder a las web y App que están bloqueadas.

Teniendo eso ok nos ponemos en marcha por Pekín. Aquí no se manejan mucho con el Inglés, sólo lo básico, una que otra palabra suelta por lo que las señas y las fotos son la mejor forma para darse a entender y entenderlos a ellos. Te pueden decir que algo cuesta thirteen (13) pero en verdad thirty (30) así que siempre confirma bien el precio. Si les caes bien bien harán un esfuerzo por comunicarse y tratar de entenderte.

Los taxis, son baratos pero hay que tener cuidado que no te den billetes falsos con el vuelto o te los cambien.

Tip: Desde el aeropuerto hasta el sector de la Ciudad Prohibida o de la Plaza Tian Anmen cuesta alrededor de 95 RMB, unos $9.500 CLP.

Aquí si que fuman en todos lados… pero en todos lados.

En Beijing nos quedamos cerca la Ciudad Prohibida, la fortaleza desde la que gobernaron los emperadores durante más de 500 años y de la Plaza Tian´anmen la más grande del mundo. Dos de los tres puntos turísticos importantes que queríamos conocer.

En el sector hay harto restaurant, tiendas para comprar recuerdos y minimarket. Lo básico que uno necesita.

Comen harto pato, noddels y cosas que en mi vida había visto. El clásico wantán y arrollado primavera no se ven en todos lados. Encontramos si un restaurant que tenía carne mongoliana y arroz muy rico… se convirtió en nuestro favorito.

Otro de los lugares que queríamos ver en Pekín es una de las 7 Maravillas del Mundo, la Gran Muralla China y el día que fuimos el Señor nos premió y nos regaló un sol increíble y aire más limpio… de no creer. Que manera de agradecer ese día, no dábamos más de felicidad.

La muralla está a 90 kms. de Beijing asique lo hicimos en un tour que incluye un almuerzo en un restaurant de comida orgánica y la visita a las tumbas Ming.

La Muralla es increíble, cuesta eso si dimensionar el enorme trabajo que hubo detrás, las formas, la coordinación, construcción, la cantidad de piedras, el esfuerzo, etc… Pensar que miles de miles de años los tuvimos bajo nuestros pies… un sueño!

Y así termina nuestra visita por la ciudad con una ceremonia del té.

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