Del 01 al 03 de Noviembre de 2016.
Volviendo de Morro decimos quedarnos unos días en Salvador de Bahía para conocer principalmente el Pelourinho (Centro Histórico).
Con casi tres millones de habitantes, Salvador de Bahía es la tercera ciudad más poblada de Brasil. Destaca la religión (existe una Iglesia para cada día del año) y las famosas pulseras o tiritas de colores.
Fue declarada Patrimonio Histórico de la Humanidad por la Unesco y es escenario principal de la capoeira y el candomblé.
Salvador de Bahía es una ciudad que guarda muchas tradiciones y es un punto de referencia para conocer la variedad de la cultura afrobrasileña.
Salvador, la ciudad donde Brasil comenzó su crecimiento fue la primera capital del país, centro comercial y punto de entrada de todos los negros esclavos a América. En sus calles, hoy día, se encuentran vestigios de los puntos en donde se comercializó a los esclavos, y se observan los caminos y vías de piedra que estos africanos construyeron dentro de la ciudad como lo evidencia el centro histórico de Pelourinho y su influencia en la cultura y costumbres de la denominada “ciudad de la alegría”, que ahora se constituye en la tercera más importante del país. Referirse o hablar de Salvador de Bahía es adentrarse en sus tradiciones religiosas, en sus fiestas y en la particularidad de sus gentes, caracterizadas por su alegría y espontaneidad, su capacidad para disfrutar de la vida y gozar cada momento con optimismo.
Salvador cuenta con la mayor población negra de Brasil, el 80% de sus habitantes son de dicha raza, lo que explica su herencia cultural africana mezclada con las tradiciones propias de la cultura brasileña.
Siempre al hablar de Salvador se hace referencia a sus costumbres religiosas, se habla de candomblé, de dioses y orixás. Pues bien, esta ciudad es tradicional en las actividades que tienen que ver con el candomblé, esa modalidad de culto afrobrasileña cuyas ceremonias tienen como finalidad el contacto con los orixás que toman posesión de los iniciados. Los orixás son divinidades de origen yoruba y representan fuerzas de la naturaleza como el viento, el agua, los rayos, entre otros; cada quien tiene su divinidad, lo cual es muy importante ya que todo individuo se hace representar por su divinidad particular y mantiene en su casa una figura de ella. Tales figuras se venden en los mercados, en los almacenes de santos, junto a las de la virgen y crucifijos, pues los orixás se identifican con los santos católicos, a cada santo le corresponde un orixá.
(Ref.: http://www.revistahistorik.com)
Nos quedamos en casa de Zelinda que vimos en Airbnb y que nos encantó. Zelinda nos atendió muy bien, su casa es muy linda y de muy buen gusto. Está a unas cuantas cuadras del Centro Histórico.
Los recorridos que verán lo hicimos a pié.
Como verán, este sector de Salvador de Bahía es bien diverso en cuanto a sus cuidados, harta casa abandona y varias restauradas que funcionan como hoteles boutique. Las casas son enormes, casi todas de 3 pisos y muchas tienen un linda al mar.
También nos encontramos con una tienda de antigüedades bien freak.